Me gusta...el squash.

lunes, 25 de mayo de 2009

ME GUSTA

Llevo una temporada larga jugando al squash, un amigo me metió el gusanillo y ahora suelo ir a jugar con mi cuñado...cuando el esta libre, ya que él es un deportista nato, yo en cambio soy un no-nato para el deporte.

En los primeros partidos era malísimo, pero es algo lógico y con el tiempo he mejorado y ahora soy peor (¡qué importante es avanzar en la vida...aunque sea hacia el lado equivocado). Pero como bien dijo alguien que no debió de ganar nada en la vida..."lo importante es participar".

Si quitamos los dolores del día siguiente, después de practicar ejercicio me siento muy bien, me siento más activo (aunque creo que esto es por el exceso de azúcar del Acuarius que me he bebido entre partido perdido y partido perdido) con más ganas de hacer cosas. Por ejemplo me entran ganas de tumbarme en la cama, ganas de tumbarme en el sofá, ganas de tumbarme en el suelo todos esas acciones con un objetivo común: quejarme de mis agujetas.

Pero si algo me caracteriza es que sigo perdiendo con la ilusión de un principante.

NO ME GUSTA

No crean que en el squash, lo único que pierdo son partidos, además pierdo:

- Tiempo: Una hora, concretamente, desde que entro en la pista hasta que salgo.
- Dinero: Lo que me cuesta el polideportivo.
- Peso...bueno esto si me gusta perderlo.

...creo que además ahora voy a perder los dientes. Dibujito, ¡con la cara no!

Me gusta...vaguear

lunes, 18 de mayo de 2009

ME GUSTA

Me gusta el tiempo dedicado a no hacer nada. Puede que piensen que soy un vago...pues si. Pero no es fácil. Ayer, por ejemplo, estaba solo en casa y pensé en todas las cosas que podía hacer en ese momento de relax...ninguna fué lo suficientemente importante para que me levantará y permanecí unas horas más tumbado en el sofá. Hubo enormes tentaciones para levantarme... pero solamente el hambre logró que me levantará para ir de caza a la nevera y volver a tumbarme un ratito (largo) más.

Además creo que es una cosa buena, porque cuanto más la practicas más te apetece seguir...lo que cuesta acabar con un momento de vagueo...y lo que es peor te levantas mucho más cansado que al principio...¡qué raro!.

Cada vez cuesta más encontrar momentos de no hacer nada y desde que soy padre es practicamente imposible porque mi hijo decide por mi...y ha decidido que un padre ocioso no es el tipo de padre que le gusta.

NO ME GUSTA

Cuando estaba tumbado en el sofá, veía la tele pero, y aquí me surge la duda, sí veo la tele, ya hago algo (nada productivo, pero algo) y si hay una cosa que realmente no me gusta es ser incongruente...¿se podrá realmente no hacer nada?

Me gusta...ser economista

lunes, 11 de mayo de 2009

ME GUSTA

Para evitar problemas diré que lo que me gusta es ser licenciado en económicas. ¿Cual es la diferencia?, mientras que un médico o un abogado tienen que estar colegiados para poder ejercer un licenciado en económicas puede ejercer (de economista...no de abogado o de médico) sin estar colegiado pero para llamarse economista tiene que colegiarse, es decir hay que pagar por el nombre.

Lo he tenido claro desde muy joven, mientras que la gente soñaba con ser veterinario, para salvar animales; o medico, o bombero para salvar a la gente... yo lo que siempre he querido salvar ha sido la economía...la mía concretamente. No me mal interpreten...me gustaría salvar el mundo...pero estoy ocupado intentando hacerme millonario. Prometo que en cuanto lo consiga me pongo con el planeta...igual que Bill Gates.

En la universidad aprendí muchas cosas, entre ellas a jugar al mus, una de las cosas que me llamaba la atención es que en todas las asignaturas los profesores hacían supuestos que empezaban por....en una economía perfecta...pasa tal y pasa cual...., es como si en medicina dicen en un enfermo sano....De modo que sé perfectamente como arreglar una economía que no tenga problemas, lo que no me explicaron fue como arreglar la que me encontré.

NO ME GUSTA

Pensado fríamente de entre todas las profesiones/carreras que podía haber elegido, escogí la menos erótica de todas. Ya me dirán quién ha tenido una fantasía con un contable...con una secretaría, por supuesto es un clásico, con un bombero (otro clásico y normalmente con calendario inlcuido)....Porque ustedes piensan en el look de alguien con uniforme y ¡mmmm! la erótica del uniforme que llaman. Pero si piensan en la imagen de un contable...veamos...gafas de pasta, calculadora y bolígrafos en el bolsillo de la camisa...de lo único que entran ganas es de quitarle la merienda en el recreo.

Además el lenguaje económico no da mucha opción a la doble interpretación: "como me esta subiendo el Ibex", "te voy a hacer una OPA hostil que te vas a enterar"...¡Que aburrido!; sin embargo un fontanero tiene un lenguaje mucho más socorrido para estas cosas.

Una consecuencia de lo que he estudiado es que trabajo de contable y... ¿se han fijado que en las películas de policías todos los delatores son los contables de la mafia?. Y todos son testigos protegidos...que es como ser gacela en un documental sobre leones de National Geographic...mejor no encariñarse. Sólo hay un sector peor tratado en el cine que el de contable... el de calvo. Un calvo en una película es malo por definición, salvo si eres Vin Diesel que entonces lo único malo es tu interpretación.

Como buen contable, contabilizo ovejas para dormir, aunque sean feísimas (¡qué mal dibujo!)

Me gusta...hacer la cama

viernes, 8 de mayo de 2009

ME GUSTA

Me gusta principalmente por una razón...mi novia me ha dicho que tengo que hacerla. Y como hacer cosas de mala gana es muy triste, he decidido que me guste.

¡Que gustoso es meterse en una cama bien hecha!...con sus sabanas bien colocadas con su almohada mullidita, con su edredón gordito (...mmm me están entrando ganas de dormir). Esa es la forma en que a mi me gusta una cama y así es exactamente como yo no la hago. Existen mil y una razones para que no lo consiga, una es que las sabanas se resisten a subir hasta el punto óptimo, otra es que el edredón, nórdico para más señas, parece tener el caracteres de sus antepasados vikingos y colocarlo de forma que el resultado visible sea agradable a la vista resulta del todo imposible.

Resumiendo, la cama la hago, mal, pero la hago. Y como siempre digo para evitar que la gente se queje de lo que hago... no hay nada como hacer uno mismo las cosas para hacerlas bien.

NO ME GUSTA

Hace muchos años, cuando estaba en primero de BUP,...sea lo que sea eso ahora, un profesor de música después de entregar un trabajo tenía la costumbre de llamarnos uno por uno hacernos una pregunta y eso subía o bajaba la nota del trabajo.

¿Qué pregunta me hizo a mi? Me preguntó si había hecho la cama. Lo que yo le entendí, os juro de verdad que no soy (muy) tonto, es que si la había construido...en plan cama de IKEA, estuve tentado de decirle que si, pero luego pensé que no iba a colar que yo hubiera construido un mueble con mis mañosas manos, por lo que le dije que no. Saqué un notable y me quede a una cama del sobresaliente (en un sentido nada sexual...creo).

En honor a la verdad diré que por aquel entonces no tenía la (posteriormente bien adquirida) costumbre de hacer la cama, por lo que la respuesta hubiera sido la misma.

¡Tú si que sabes, dibujito! ¡Una hamaca!... sin sabanas, ni edredón...porque no se me ocurriría a mí

Me gustan...mis heridas de guerra.

lunes, 4 de mayo de 2009

ME GUSTA

Es difícil tener heridas de guerra sin estar en una. La realidad es que no soy soldado, es más, ni siquiera hice la mili (tuve la suerte de que la universidad me duro lo suficiente para librarme) solo puedo decir que soy soldado en la batalla del amor.

Entonces...¿A que me refiero con lo de "heridas de guerra"?. Cuando el otro día conté la cicatriz que tengo por culpa del patinaje sobre hielo...concretamente del patinaje de mi barbilla sobre el hielo, hice un breve recuento de las cicatrices que tengo y cada una tiene su pequeña y dolorosa historia. Tengo suerte y casi todas están en la cara con lo que no tengo que esforzarme mucho en contar. Vamos a ello:

  1. La mencionada cicatriz en la barbilla, con 6 puntos.

  2. En la ceja derecha tengo otra cicatriz. Motivo...creo que fue un primo que me lanzo un camión metálico de juguete y yo tuve la fantástica idea de pararlo con la frente. No recuerdo cuantos puntos me dieron pero si no lo recuerdo no es a causa del golpe...creo.

  3. Se conoce que la otra ceja tenía envidia y un día corriendo por casa acabé con mi cara contra la pared. El caso es que las gafas no eran tan resistentes como mi cabeza y me provocaron otra brecha...creo que esta fueron cuatro puntos. Ahora llevo gafas con patillas flexibles...por si acaso.

  4. Vamos a finalizar con las cicatrices de la cara con una cicatriz que tengo en el labio. La razón...nunca, nunca intentéis caeros sobre un bidé.

  5. La última está en el dedo índice de mi mano derecha y fue a causa de que la estupidez humana no tiene fronteras, o más concretamente, mi estupidez. En un arrebato de valentía introduje el anteriormente mencionado dedo entre la cadena de la bici y el plato de la misma. Esta cicatriz me duele solo de pensarlo.
A pesar de todo esto he tenido la fortuna de que los que han tenido que coserme a lo largo de mis 30 años han sido los Vitorio y Lucchino de la medicina y me han dejado mejor que bien.

Otro motivo por el que me gustan las cicatrices es que Harrison Ford con su cicatriz en la barbilla ha sido considerado durante muchos años como un hombre sexy...y yo tengo cinco por lo que por una razón matemática soy muchísimo más sexy.

NO ME GUSTA

...otro con muchas más cicatrices y no tan sexy es Frankenstein y claro que te comparen con el Sr. Ford (el actor, no el fabricante de automóviles) está bien, pero con Frankenstein...

El caso es que Frankenstein y yo llevamos unas vidas paralelas...(esta Frankenstein y estoy yo; está La novia de Frankenstein... y yo tengo novia...; está El hijo de Frankenstein... y yo tengo un hijo....). Al final voy a tener que pedir derechos de autor.

No recuerdo que Frankenstein llevará gafas. ¿Quién será?