Me gustan...mis manías imperiosas.

viernes, 26 de agosto de 2011

ME GUSTA

Supongo que todo el mundo tiene manías y algunas con difícil explicación. Yo voy a hacer lo posible por aclarar mi irresistible necesidad de cerrar con pestillo, llave o lo que se tercie cuando entro en un baño. Si alguien piensa que me voy a poner escatológico...intentaré ser sutil.

Seguramente a mucha gente le parecerá lógico cerrar el baño con pestillo cuando se va a ...hacer aguas mayores o menores. Es bien sabido que eso da la seguridad de que nadie va a entrar, se relajan los esfínteres y ayuda.

Pero es que mi necesidad va mas allá...da igual lo que vaya a hacer en un servicio ya pueden ser aguas mayores, menores, lavarme los dientes, mirarme en el espejo o peinarme las cejas...lo mismo da...yo necesito que esa puerta que me separa del mundo este cerrada y bien cerrada.

Es una necesidad biológica que me acompaña desde que tengo uso de razón...que todo sea dicho...es desde no hace mucho.

NO ME GUSTA

Verán en mi casa no hay forma de encerrarse y con un niño pequeño corriendo por ahí lo de la intimidad se queda para dentro de unos años, eso puedo llegar a entender...quieres ser padre...pues toma intimidad.

Pero lo que no llego a concebir son estos hoteles modernos que como puerta del baño de la habitación colocan una puerta translúcida...¡ en que narices estaban pensando! Que yo pienso una cosas, puede que a la persona que este dentro no le importe ser vista...pero que necesidad tiene el de fuera de verlo...o al revés.

Aun así lo peor de todo no son estas puertas...verán, en el ultimo hotel en que dormí en Madrid...la puerta del baño no solo era translúcida...no solo no se podía cerrar con pestillo...¡ni siguiera se podía cerrar!... era una especie de panel translúcido que se movía sobre (y digo sobre porque dejaba huecos de visibilidad directa con el interior del baño por los laterales) el hueco en el que podía y debía haber una puerta...como si fuera una cortina ...vamos que así no hay quien relaje esfínteres...ni se peine las cejas.

Resumiendo ¡Quiero intimidad!

Lo siento dibujito...pero ya sabes que lo de la intimidad en este blog es imposible.

Me gusta...conocer mis límites.

domingo, 7 de agosto de 2011

ME GUSTA

Cuando hablo de conocer mis límites, no me refiero a proezas humanas tales como saber cuanto tiempo aguanto debajo del agua, en mi caso, como no se nadar...aguanto lo que tarden en sacarme.

A lo que me refiero en el titulo es que el viernes pasado fui a ver un concierto de Bon Jovi, aprovechando el día fuimos a comer a Arzak y a pasar el día por Donostia. El caso es que pasamos todo el día fuera y llegamos a Bilbao a las 2 de la madrugada.

¿Cual fue el precio?...

El precio fue un sábado y medio domingo perdidos. Fue un día y medio de vagar por este mundo como alma en pena, buscando lugares donde dormir, ansiando la noche...pero para cerrar los ojos...resumiendo: 10 horas de fiesta y 36 de penitencia.

NO ME GUSTA

Tengo 33 años...34 dentro de un mes y hace cosas de 12 años (año arriba, año abajo) fui a la misma ciudad a ver un concierto de Brian Adams con un amigo, por aquella época no tenía forma de volver salvo en transporte publico que empezaba a las 7 a.m (creo)...resultado nos quedamos por la ciudad de fiesta hasta que cerraron los bares que vimos abiertos, luego a esperar en la parada del autobús, pero como hacía mucho frió, para evitar convertirnos en estatuas de hielo estuvimos paseando acera arriba, acera abajo unas cuantas horas y luego vuelta para Bilbao...

¿Cual fue el precio a los 20 años?...´

Llegue a Bilbao, como había quedado a las 10 de la mañana para jugar un partido de fútbol, me prepare para ir a jugar, volví a casa, comí y luego me fui de fiesta por Basauri con mis amigos... hasta las tantas de la noche...y finalmente a dormir...48 horas después de haber pernoctado por última vez...unas cuantas horas de reparador sueño y luego tan fresco como una lechuga (como un lechuga fresca, se entiende).

El problema no es lo que hacía antes sino la involución sufrida...y es que una ilusión que tengo es ir con mi hijo de concierto en un futuro...pero a este paso no voy a poder salir de casa...o a lo mejor me ocurre como con lo de aguantar la respiración debajo del agua...que yo salgo de concierto y ya me traerán de vuelta...¿quién sabe?