ME GUSTA
En esta entrada retomo uno de mis temas (y digo tema por no decir obsesión) recurrentes. Mi tendencia a ganar peso desde que cumplí los 30 (hace ya 4 años).
Hace unos meses conté que me gustaría seguir usando cinto, ya que eso implicaba que el proceso de engorde no había llegado a extremos...peligrosos. Bien...ya es tarde... mi hermosa y hercúlea (y con hercúlea quiero decir esmirriada) figura ha desaparecido. He perdido la batalla contra esos kilos de más.
Pero a pesar de la batalla perdida, durante estas Navidades (por cierto, feliz año a todos) encontré la solución. Al ir a comprarme unos pantalones...decidí comprarme una talla mayor de la que soy asiduo...¿Qué implica eso?...que el pantalón me queda holgado y....¡puedo seguir llevando cinto!...
NO ME GUSTA
Se que están pensando... pero ¡si eso no es una solución!...¡Has hecho trampas!. Dos cosas les voy a decir. La primera, es mi blog y esta muy feo llamarme tramposo. La segunda, tienen razón; el objetivo de querer usar cinto era no engordar...pero como no lo consigo...me compro un pantalón más ancho, me pongo un cinto y la sensación es la misma que antes....y esto me lleva a engañarme a mi mismo.
Y es que tengo una gran capacidad para engañarme. Soy capaz de creerme una cosa que se que no es verdad, puedo mentirme con el mas absoluto descaro y dado que me tengo a mi mismo por una persona sincera...me creo (¡soy más majo!...si no me quiero más es porque estaría mal visto). El caso es que no hago daño a nadie...bueno si al cinto que cada vez va más cedido. Es raro, ¿verdad?...si...pero también se que soy raro.
Siempre digo que si una persona es rara, lo mejor que puede hacer es asumirlo pronto...así no te llevas ni disgustos ni sorpresas. Yo ya lo he asumido...¿y tú?
P.d.: Me acabo de dar cuenta de que hoy no llevo cinto...eso es porque llevo un pantalon de mi época "antes".
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