ME GUSTA
Hace ya unos cuantos años que probé el noble y hermoso arte del patinaje sobre hielo, aunque noble sólo es si lo practica un conde, duque o rey y hermoso sólo si lo practica cualquier otra persona distinta a mi. Ocurre que si bien para el resto de los deportes soy como un pato, excepto en natación que entonces soy como piedra pómez, para el patinaje tengo un talento natural para hacerlo más difícil de lo que es. El día que fui a patinar disfrute deslizándome cual grácil gacela en la sabana. La mayor dificultad residía en parar, pero al ser una pista ovalada y cerrada, con llegar a la pared y lanzarme contra otra pared bastaba.
Hace mucho que no voy a patinar. De hecho sólo he ido dos veces a patinar y en una de ellas no había hielo. "¿Donde fuiste a patinar?"-preguntareis. "A una pista cubierta" - responderé. "Y ¿cómo es que no había hielo?"-insistiréis. "¡Qué pesados estáis" pensaré pero os comentaré, para aliviar vuestra curiosidad, que se trataba de una pista en un centro comercial y la pista era una especie de plástico resbaladizo y los patines algo parecido que permitían deslizarse. No era una pista de hielo, pero a falta de pan...
NO ME GUSTA
Teniendo en cuenta como acabo mi primera experiencia con el patinaje, no sé como es que no le tengo pánico. Cuento la experiencia (aunque no debería).
Estaba con unos amigos dando unas vueltas a la pista cuando, con la inteligencia que me caracteriza a la hora de tomar decisiones acertadas, decidí que podía aventurarme a ir no tan pegado a la valla. Así que allí iba yo patinando y pensando en mis cosas cuando una joven que pareció no entender que solo se podía ir en una dirección, saltó a la pista en dirección contraria. Antes de chocar con ella intenté frenar...bien pensado...pero mal ejecutado. Cuando quise pensar como frenar, mi cuerpo se había adelantado y me encontraba en el aire con mis pies a una altura superior a la de mi cabeza y frené con la barbilla. Afortunadamente el hielo me anestesió la zona.
Me levanté y ví que tenía sangre en la barbilla así que fui a donde un amigo y me dijo: "Te tienen que dar un punto en la barbilla". "Bueno"- dije yo.
Fuimos donde un responsable del centro me miró y dijo: "Te van a tener que dar dos puntos"."Bueno"-dije yo.
Avisaron a una ambulancia y cuando llegó me miraron y me dijeron: "Hay que coser. Te van a dar tres puntos". "Bueno"- volví a decir yo.
Al hospital que fui en ambulancia...primera y única que vez que he ido en una. Una vez allí y después de las típicas bromas de médicos estilo... "tú has cosido alguna vez"..."¡buf! en la facultad alguna vez, pero ya se me ha olvidado"...,lo cual tenía su gracia si no llega a ser porque yo era la persona a la que tenían que hilbanar más que a un pantalón Levy´s 501, me miraron y me dijeron: " Esto son cuatro puntos". "Bueno"- seguí pensando yo.
Finalmente la Odisea parecía llegar a su fin. Una vez cosido y rematado, el médico o enfermero (no me quedé con el rango) me dijo: "Listo, te hemos dado cinco puntos"."Bueno"-dije yo...."a este paso gano la liga"-pensé.
Pensarán que aquí acabo todo, ¿no?. Pues no, cuando fui a que me los quitaran, me quitaron seis puntos. "Por fin se acabo"-concluí yo (y lo que es más importante también concluyeron los puntos...no gane la liga). Se conoce que les sobraba hilo y por no tirar...hilaron fino.
Me gusta...patinar
lunes, 27 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario