ME GUSTA
Durante mis años mozos, y con ello quiero decir cuando llevaba pantalón corto, hice Karate. Me gustaba y todavía recuerdo con añoranza los fines de semana en los que teníamos competición. Competía en Katas y Kumite. Para los profanos en la materia explicaré de forma sencilla (ya que no me apetece escribirlo más detalladamente) que Kata consiste en una serie de movimientos ya establecidos y Kumite significa combate.
En Katas no era malo. De hecho solía quedar entre el 4º y el 6º puesto...el podium era terreno vedado.
En Kumite era otra cosa. Nunca me ha gustado pegarme, me considero pacifista por dos razones: La primera es que creo que la violencia no conduce a nada y la segunda, es que en caso de pelea tengo todas las de perder. Aún hay ocasiones en las que rememoro el día que debute en esta especialidad (lo hacíamos en equipos de 4 personas) era el último de mi equipo en salir a pelear, un equipo extraordinario, íbamos ganando de 13 puntos y resultaba practicamente imposible perder y no digo que era imposible porque resultó que perdimos de un punto. Y es que, a pesar de mi actual y espectacular 1,75, de joven era más bien tirando a bajito y me toco pegarme con "Conan el Destructor", recuerdo a mi sensei (o profe) diciendo que atacará y yo me recuerdo pensando: "¡si, si, para que se enfade!". En una clase posterior el sensei me dijo: "...a lo mejor te asustaste porque era más alto". ¡Se cubrió de gloria! si hubiéramos ido a tomar el té, me daría igual;pero si nos vamos a pegar, me gustaría que fuera más bajito.
Las experiencias posteriores mejoraron.
NO ME GUSTA
A lo largo de mi corta carrera como Karateka conseguí algunas medallas y un trofeo.
Las medallas ya no se ni donde están...y para que voy a engañaros...casi todas eran por participar.
El trofeo, al que le tenía un gran cariño, resulto que tenía la misma calidad que mi Karate, era pésimo, y se acabo rompiendo.
Durante mis años mozos, y con ello quiero decir cuando llevaba pantalón corto, hice Karate. Me gustaba y todavía recuerdo con añoranza los fines de semana en los que teníamos competición. Competía en Katas y Kumite. Para los profanos en la materia explicaré de forma sencilla (ya que no me apetece escribirlo más detalladamente) que Kata consiste en una serie de movimientos ya establecidos y Kumite significa combate.
En Katas no era malo. De hecho solía quedar entre el 4º y el 6º puesto...el podium era terreno vedado.
En Kumite era otra cosa. Nunca me ha gustado pegarme, me considero pacifista por dos razones: La primera es que creo que la violencia no conduce a nada y la segunda, es que en caso de pelea tengo todas las de perder. Aún hay ocasiones en las que rememoro el día que debute en esta especialidad (lo hacíamos en equipos de 4 personas) era el último de mi equipo en salir a pelear, un equipo extraordinario, íbamos ganando de 13 puntos y resultaba practicamente imposible perder y no digo que era imposible porque resultó que perdimos de un punto. Y es que, a pesar de mi actual y espectacular 1,75, de joven era más bien tirando a bajito y me toco pegarme con "Conan el Destructor", recuerdo a mi sensei (o profe) diciendo que atacará y yo me recuerdo pensando: "¡si, si, para que se enfade!". En una clase posterior el sensei me dijo: "...a lo mejor te asustaste porque era más alto". ¡Se cubrió de gloria! si hubiéramos ido a tomar el té, me daría igual;pero si nos vamos a pegar, me gustaría que fuera más bajito.
Las experiencias posteriores mejoraron.
NO ME GUSTA
A lo largo de mi corta carrera como Karateka conseguí algunas medallas y un trofeo.
Las medallas ya no se ni donde están...y para que voy a engañaros...casi todas eran por participar.
El trofeo, al que le tenía un gran cariño, resulto que tenía la misma calidad que mi Karate, era pésimo, y se acabo rompiendo.
1 comentarios:
Jejeje aún recuerdo cuando tuviste el "glorioso" honor de que el señor alcalde de bilbao (creo que era Ortuondo)os entregase una medalla...ains que orgullo familiar sentí en aquella época. era muy joven para saber que tu medalla era únicamente por participar... :P
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