Me gusta...acumular vida.

jueves, 13 de septiembre de 2012

ME GUSTA

Por el título algunos pensaran que me gusta jugar partidas a los marcianitos e ir consiguiendo partidas extras. La verdad es que si pero no me refiero a eso.

Hoy cumplo 35 años y hace no mucho escuche a una persona decir que él no cumplía años; él, acumulaba vida. Me pareció una definición fantástica y positiva. Con cada año que cumples acumulas nuevas experiencias, nuevos conocimientos, nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevas ilusiones....¡genial!


Así que aquí me tienen a mis 35 años y con la ilusión de un chaval....

NO ME GUSTA

...de un chaval que se esta quedando calvo, esta engordando y al que le duelen todas las articulaciones. Lo que viene a ser una pena de chaval...pero chaval al fin y al cabo.

Además he de decir (aunque para todos aquellos que sepan sumar y restar no hará falta) que yo nací en el año 1977...y tanto acumular cosas...en mi disco duro no se puede acumular mucho más.

En mi época no había ni Gibabytes ni Terabytes...en todo caso unos pocos Megabytes y gracias. Además veníamos sin posibilidad de ampliar memoria, por lo que ya estoy llegando a un punto en el que tengo que olvidar cosas para meter algunas nuevas....de hecho a veces olvido cosas sin tener nada nuevo que recordar. (Con párrafos como el anterior entiendo porque mucha gente cree que soy informático. Pero no, soy contable. La confusión esta clara...los dos llevamos bolígrafos en el bolsillo del polo y gafas de pasta).


Ahora que veo la mochila de la vida...me parece muy pequeña. En esa mochila no caben 35 años...5 o 6 como mucho.
Cosas de acumular vida...y que siga acumulándola por muchos años más.

Me gusta...que se parezca a mí.

martes, 11 de septiembre de 2012

ME GUSTA

 Hace 8 meses que nació Amaia, y en este tiempo hay una cosa que me hace mucha gracia y en la que los dos nos parecemos en un grado superlativo.

Cuando nos entra el hambre, no conocemos a nadie. Odiamos el mundo porque lo único que queremos hacer es comer. Son momentos en los que no estamos para bromas. Si hay apetito lo que queremos tener delante es comida. Luego hablaremos, pero hasta entonces....mejor que nadie nos dirija la palabra y nos traiga algo para mover los dientes (2 en el caso de Amaia y alguno más en el mio).

Cuando a esa personita que vive en casa le llega la hora de comer, cambia sus habituales sonrisas, por berreos, lloros y sonidos guturales dignos del mismísimo Hulk. Si no fuera porque es pequeñita...daría miedo. ¡Que forma de vocear!

En mi caso como soy adulto y esta mal visto que grite y llore por tener hambre...solo grito (¡mucho mejor, donde va a a parar!).

Tranquilos, tranquilos....que la comida esta en camino

NO ME GUSTA

Una vez saciado el apetito, Amaia vuelve a su ser natural que es la de una persona feliz y encantadora. Yo, al igual que ella, también vuelvo a mi ser natural que es el de una persona cascarrabias y quejicosa.

Se que en mi caso la diferencia entre el tener hambre y el no tenerla no se aprecia...pero existe.

Espero que la pobre Amaia acabe hay con sus parecidos, por que entre los que puede elegir destacan, una nariz descomunal, ser impaciente, algo hipocondríaca...y un poco friki. ¡Pobre hija!