ME GUSTA
Como durante estas vacaciones mi novia estaba en estado de buena esperanza, no pudimos viajar por el ancho mundo en busca de lugares placenteros en los que descansar nuestros agotados cuerpos. Pero como el que no se consuela es porque no quiere me puse a recordar uno de los mejores viajes que hemos hecho.
Hace ya unos cuantos años aprovechando que un familiar se encontraba en Brasil por motivos de trabajo, nos fuimos para allá. Un país extraordinario y obligatorio visitarlo y recorrerlo, es lo único que se puede decir. Entre las ciudades en las que estuvimos estaban San Jose Do Campos, Campos Do Jordao, Paraty, Rio de Janeiro, Foz do Iguazu.
Todas ellas fantásticas ciudades, o pueblos ya que a San Jose Do Campos le llaman pueblo y creo que tiene 600.000 habitantes, pero claro al lado de Sao Paulo con 10.000.0000 de habitantes si que parece un pueblo. Una cosa que me llamo la atención es que nos comentaron que era una ciudad segura porque tenían al mes el mismo número de asesinatos que había los viernes en Sao Paulo. Lo cual, todo hay que decirlo, no me relajo mucho.
Una curiosidad, nos preguntaron varias veces en el viaje si estábamos de viaje de novios, y resulta paradójico que siendo novios y estando de viaje teniamos que decir que no. Cosas del lenguaje.
Entre las cosas que nos pasaron, las mas reseñables ocurrieron en Rio de Janeiro. Por ejemplo, nos fuimos a ver el Cristo Do Corcobado. Es una estatua de 38 metros de alto por 28 (creo) de ancho. El día que fuimos a verlo fue el de mayor niebla en las historia de los días nublados. Estando a los pies de esta escultural estatua era imposible ni siquiera intuirla, veíamos el pedestal alzabas la vista y nada...un telón blanco. Por fortuna como era una cuestión de fe y no la perdimos. Tengo grabado en vídeo los únicos 4 segundos que esa estatua se vio ese día. Apareció el viento, se movieron las nubes, la gente dijo: Ooooooooohhh!. Y volvieron las nubes.
Nos habían recomendado que no cogiéramos taxis en la calle que era muy peligroso (Rio es una ciudad peligrosa, dicho por los propios brasileños). Así que un día para volver al hotel, entramos en otro hotel de la ciudad, ya que tienen taxis propios, que aunque son un poco más caros (realmente están tirados de precio) son más seguros. Así que al entrar pedimos un taxi, un señor que estaba en la recepción dijo: les llevo yo. Cuando yo me iba a negar porque no me fiaba, mi novia dijo vale. Bueno- pensé yo- sera el chofer del taxi que he visto a la entrada. Así que mientras me dirigía a ese taxi, el señor que nos iba a llevar pulsa las llaves del coche y se encienden unas luces de un coche negro con las lunas tintadas, cuando por segunda vez me iba a negar, oigo un portazo que me indicaba que mi novia estaba dentro. ¿Qué hacer? Me porto como un hombre, entró yo también en el taxi y que sea lo que Dios quiera o hecho a correr. Como estaba cansado me monté. El caso es que de camino al hotel, mi novia que estaba más atenta que yo me dice...por aquí no hemos venido. LA CAGAMOS, pensé, se me cerraron todos los esfínteres y ya me veía en una cuneta tirado sin los riñones. A todo esto el taxista no paraba de hablar. Al final, el señor resulto ser un taxista del aeropuerto que coincidió que estaba en el hotel. Llegamos sanos y enteros y después de saber que el taxista no quería ningún órgano mío resultó ser una persona muy maja y muy amable.
Las fantásticas cataratas de Iguazu. Las vistas son increíbles. Y cuando llegas en avión a Iguazu ver las cataratas desde el aire es simplemente espectacular.
Paraty es una ciudad colonial donde en otros tiempos los portugueses sacaban el oro hacía Portugal. Tiene mucho ambiente por la noche, y de día puedes alquilar un barco que te lleva a las islas cercanas para nadar en sus playas o en medio del océano.NO ME GUSTA
Es un viaje que lo disfrute
muchísimo, pero con el tiempo me he dado cuenta que tardaré en hacer un viaje parecido y creo que hoy lo disfrutaría
muchísimo más. Pero esto es quejarme por quejarme, pero ya
sabéis que
me gusta quejarme.