Me gusta...engañarme a mí mismo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

ME GUSTA

Se preguntaran cómo es posible engañarse a uno mismo si tú eres a la vez el creador y objeto del engaño. La respuesta es muy sencilla: tengo una inmensa capacidad para sorprenderme (infinita incluso).

La cuestión es que con motivo del reciente premio Cervantes a Ana María Matute me acordé del libro "Olvidado Rey Gudú" (ya comenté algo aquí) y pensé (y aquí viene el engaño) en volver a leerlo ya que había disfrutado mucho. Por unos momentos realmente me creí que lo iba a volver a leer, pero reflexionando más detenidamente...creo que no he releído ningún libro y no creo que haga una excepción (aunque me gustaría).

NO ME GUSTA

El motivo...quizás...es que siempre hay algún libro nuevo por empezar. Siempre hay más libros buenos por leer que tiempo para dedicarles. Una pena.

Por otro lado...desde que me mude de casa, tengo todos mis libros... bueno, no sé donde están. No se si están guardados en cajas en mi casa o guardados en cajas en algún trastero. A pesar de que no vuelvo a leerlos les echo de menos, por lo menos antes los veía y pensaba ¡Qué buen libro fue éste!...o...¡Qué tostón! ( hay de todo)...estaba bien volver a recordar los momentos pasados con esos libros...los echo de menos (...tanto como antes los echaba de más...gran canción de Kiko Veneno). ¡¡¡SNIFF!!!

Nunca he leído debajo de un árbol. Yo leo normalmente en mi casa o en el metro cuando voy/vuelvo de trabajar, pero me parecía una imagen más poética ésta que la de poner a un montón de gente sudorosa y con legañas en los ojos. Y tampoco me ha caído nunca una manzana en la cabeza, si acaso alguna vez me ha cagado un pájaro encima, que para el caso también es por culpa de la ley de la gravedad...¡Qué suerte tuvo Newton!

1 comentarios:

Piso Piloto dijo...

O es posible que Newton hablase de la manzana porque también le resultaba algo más poético que del "popo" de un simpático parajirillo...